Mensaje, 25 de febrero de 2010


Queridos hijos! En este tiempo de gracia, cuando también la naturaleza se prepara a ofrecer los colores más hermosos del año, yo los invito, hijitos, a abrir sus corazones a Dios Creador, a fin de que El los transforme y modele a Su imagen, para que todo lo bueno que se encuentra dormido en sus corazones, se despierte a una nueva vida y anhelo de eternidad. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!
Para de comparación con distinto lingüístico versión escoja

Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

`